¡Hola!
Este es mi amigo Edgar, aunque por el barrio se le conoce como señor Poe. Creo que os he hablado de él en otra entrada porque es me cae muy simpático. Pues bien, resulta que él también es escritor y, creedme, de los buenos. Mejor aún, ¡de los muy buenos! Seguro que su nombre os suena.
La cuestión es que hacía un par de días que no le veía y he decidido hacerle una visita. Edgar es un tipo muy majo pero, cuando se trata de trabajar, se le va un poco la cabeza y pierde la noción del tiempo. Y, no sé si os lo he dicho, es un gran amante de los animales; tanto que ahora se le ha metido en la cabeza escribir un cuento con uno de protagonista y no sabe si decidirse por un gatito o un pajarillo. Yo, por ayudarle, le propuse que se inventara algo acerca de un delfín, que son muy bonitos, pero me mandó al infierno.
La cuestión es que hacía un par de días que no le veía y he decidido hacerle una visita. Edgar es un tipo muy majo pero, cuando se trata de trabajar, se le va un poco la cabeza y pierde la noción del tiempo. Y, no sé si os lo he dicho, es un gran amante de los animales; tanto que ahora se le ha metido en la cabeza escribir un cuento con uno de protagonista y no sabe si decidirse por un gatito o un pajarillo. Yo, por ayudarle, le propuse que se inventara algo acerca de un delfín, que son muy bonitos, pero me mandó al infierno.
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