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viernes, 29 de marzo de 2013

Las brujas

Las brujas
(Roald Dahl)

Dos fueron los libros de este autor los que me animaron a escribir para los más pequeños y este (el otro es El dedo mágico) es uno de ellos. ¿Qué puedo decir de esta fantástica obra? ¡Qué me encanta y que la he leído un montón de veces (y las que quedan por delante...)

La historia no puede ser más original: un niño y su abuela deben luchar contra una enorme concentración de brujas a lo largo de un montón de páginas repletas de aventuras muy originales y emocionantes. Las brujas son feas, calvas, no tienen dedos en los pies y, además, para ellas, el olor de un niño es como el de la caca de perro. Y, sí, la abuela es una señora muy amable, lista y que fuma puros tan grandes como una barra de pan. Mira este dibujo de ella:





El autor, con su maestría habitual, se las apaña para contarnos de manera soberbia y llena de entretenimiento cómo el protagonista (que, cosa curiosa, no se nos dice su nombre) debe ingeniárselas para hacer frente a la malvada Gran Bruja que es tan mala como fea y lista porque ha inventado una fórmula para... ¡convertir a todos los niños del mundo en ratones! ¿Se puede ser más mala? Fíjate en este dibujo. ¿Qué crees que está viendo el protagonista que le hace estar tan serio? ¡Léelo en le libro!



Pero si hay algo que me gusta muchísimo de este libro (a parte de muchas cosas) es cómo el señor Dahl es capaz de narrar cosas muy serias (como lo que le ocurre a la niña que se queda atrapada en un cuadro) con otras que no lo son tanto en lo que, en definitiva, es una obra maestra.


El momento del relato de la niña en el cuadro.
Impresionante.

Las ilustraciones son de Quentin Blake que, por cierto, ha dibujado en mucho de los libros de Dahl, como Charlie y la fábrica de chocolate o El dedo mágico entre muchos más. Este señor tiene un estilo muy especial de dibujar. Si ves cualquiera de sus ilustraciones lo entenderás: parecen hechas de manera muy ligera, como si el lápiz temblara en sus manos al dibujar. Pero, ojo, no te fíes de eso. Su estilo es muy difícil y es necesario tener muy buena mano, mucha experiencia y tirar muchos dibujos a la papelera para hacer que un dibujo parezca hecho por un niño y que, a demás, guste a mayores y pequeños.


Una bruja. A mí me encanta. ¿A ti no?

¿Que no lo has leído todavía? Pues te lo recomiendo de todo corazón y, si te gusta, escríbeme y me dices qué te ha parecido.

¡Felices lecturas!


2 comentarios:

  1. Yo tuve la oportunidad de descubrir al autor en una asignatura de mi primera carrera, realmente nunca había oído hablar de él, pero ¿quién no conoce Matilda o Charlie y la fábrica de chocolate?
    Fue entonces cuando leí: Cuentos en verso para niños perversos, resultó muy divertido. También he leído Matilda, Las Brujas, Charlie y la fábrica de chocolate y Charlie y el ascensor de cristal.
    Tiene muchos más y de unos cuantos se han hecho pelis. Realmente es un autor que merece mucho la pena leer, original y para mí, uno de mis favoritos.

    En cuanto a Las Brujas, el libro me gustó y recuerdo un buen sabor de boca. Tengo pendiente ver la peli también.

    Saludines y un buen post.

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  2. ¡Gran autor! Me alegra que te guste. La peli de Las brujas la vi hace poco y está entretenida... salvo algún cambio que otro. Ya me dirás.

    ¡Gracias por escribir!

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