¿Os acordáis de doña Jaimita? Esa amante incondicional de su docto esposo, colmo de la paciencia, perfecta ama de casa y madre sufridora de Zipi y Zape? ¿Cómo sería hoy?
Pues esta es mi humilde adaptación del personaje a nuestros tiempos y mi homenaje al maestro Escobar, que sigue siendo una inspiración y uno de los responsables de que coja un lápiz y haga garabatos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario