Canción de Navidad

¡Hola!

Hoy es un día muy especial y hay que celebrarlo con un libro muy especial. 

Y es que la obrita que os traigo es todo un clásico que, estoy seguro, habéis visto bajo muy diferentes formas y versiones. Pues bien, la que hoy nos toca es la original, la obra maestra que Charles Dickens publicó en 1843 (ahí es nada...) y que, desde ya, os invito a leer y, sobre todo, a disfrutar.

¿Quién no conoce esta historia? Os doy un par de pistas...

Ebenezer Scrooge es un tipo de lo más desagradable: avaro, antipático, maleducado, cascarrabias... Todo eso y mucho más. Su pasión es ganar dinero y a eso se dedica, aunque el tipo no gasta ni un céntimo. Ah, y odia la Navidad. Pero, atentos, su socio ha muerto y su fantasma se le presenta para advertirle que, por su forma de ser tan ruin y despreciable, va a recibir la visita de tres fantasmas: el de las Navidades pasadas, el de las presentes y el de las futuras. Y este es el eje de la obra: comprobando Scrooge lo mal que ha desperdiciado su vida, todo lo que ha perdido, aprenderá a ser mejor persona y a disfrutar de la Navidad. Y es que eso de ver tu propia tumba sin nadie al que le importe un comino debe cambiar a las personas...

Estoy seguro de que este argumento os suena. Ha habido infinidad de versiones en el cine (así, ahora mismo, me viene a la cabeza una con los Teleñecos y una adaptación muy divertida llamada Los fantasmas atacan al jefe) Es, en definitiva, la historia que siempre se repite en Navidades, ya sean pasadas, presentes o futuras. Y, por supuesto, una obrita que hay que leer que, muchas veces, ocurre que por ser muy famosa no nos molestamos en abrir el libro original. Ay...

Pues no lo penséis. ¿Queréis leer algo estas fiestas? Esta es una opción maravillosa. Claro que la podéis leer en cualquier momento del año pero, al menos a mí me ha pasado, le ocurre lo que al turrón: en Navidad sabe muuuuucho mejor.

¡Felices lecturas!