¡Hola a todos!
Como ya os dije en la anterior entrada, el 17 de diciembre estuve presentando en el colegio Los Rosales mi libro "La máquina cambiante" a los alumnos de cuarto de Primaria. Muy bien, aquí os dejo la crónica de la visita...
Para empezar, el aperitivo vino con un espectacular cartel muy bien colgado y muy visible en la pared donde las dos clases se explayaron escribiendo y dibujando cosas basadas en el libro.
Imaginaros mis sorpresa cuando, no solo interpretaron los dibujos de Virgina, la ilustradora...
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Santiago nunca estuvo tan guapo... |
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Ni Escorbuto tan enfadado |
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Ni Torrón tan concentrado.
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... También dieron su propia versión de personajes que no están ilustrados en el libro, como el alcalde...
... ¡O, mi favorito, el cabezón de Malasaña!
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Así, regordete y bobalicón. |
La presentación fu muy sencilla. Primero, una pequeña charla acerca del libro y mis motivaciones para ser escritor. Luego, una de las partes que más me gustan: una buena sesión de preguntas muy bien pensadas y mejor realizadas. Si alguien cree que los niños no hacen preguntas agudas e interesantes, está tan equivocado como un trozo de turrón en verano. Y, como guinda, una sorpresa: ¡la directora se pasó por allí y se unió a la entrevista!
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Servidor tratando de responder a las preguntas. |
Después, hicimos un taller de escritura creativa. Así, en cartulinas grandes, los chicos, por grupos, realizaban una versión alternativa de La máquina cambiante donde añadían, quitaban o cambiaban algo a la historia: en una, se variaba el tipo de máquina; en otra, Torrón era el villano o, en alguna, Willy pasó de perrito a dinosaurio... Y, como para muestra, vale un botón, yo os dejo varios. Atentos; toda una lección de creatividad e imaginación:
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Aquí Leyla se convierte en... ¡Hada! |
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Todo un clásico... |
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Escorbuto... ¡¡rey!! |
Pero semejantes trabajos no fueron fáciles de hacer; todo requiere concentración y esfuerzo. Y, si hay que tirarse al suelo, pues uno se tira y listos...
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Sacando fotos pero sin romper la concentración... |
Y, de remate, una sorpresa: me regalaron esta preciosa carpeta que, por cierto, ya está llena de proyectos que, espero, pueda compartir en algún momento del futuro.
Pues esto ha sido todo. Una mañana muy agradable y unos pequeños lectores muy trabajadores. ¿Qué más se puede pedir? Cómo no, no hay palabras para agradecer a las profes, Lola y Eva, la oportunidad que me han brindado. Gracias, compañeras; es un placer trabajar con vosotras. Y otro tanto para el equipo directivo por cuadrar horarios y permitirme compartir las aventuras de esta Máquina Cambiante.
A todos, de nuevo, ¡¡¡infinitas gracias!!!
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Aquí os dejo un pequeño montaje con las opiniones de los chicos... |
¡Felices lecturas!