Todos hemos tenido ese profe borde, antipático y desagradable, el que confundía la clase con un campamento militar y era carne de úlcera de estómago.Pues bien, en El enigma del Grafitero Misterioso hay uno de esos, se llama Alfredo y suelta perlas como esta…
Por cierto, el mío se llamaba don Diógenes. ¿Cómo se llamaba el tuyo?




El enigma del grafitero misterioso.
Autor: Israel Campos.
Ilustradora: Anabel Herrero.
Algar editorial.
Colección Calcetín, número 172.
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