¡Hola!
¡El misterio está servido!
Los Hollister, es decir, Pete, Pam, Ricky, Holly y Sue, son unos hermanos que tienen un club de detectives y que se dedican a resolver todo tipo de misterios. En esta ocasión le toca el turno nada menos que a una casa muy antigua que parece ser que está encantada porque, en ella, el reloj da trece campanadas, las cosas se mueven solas y... ¡puede verse un fantasma!
A lo largo de las páginas del libro, los buenos de los Hollister (que caen de maravilla, ya te lo digo yo), te van a llevar de la mano en su investigación para resolver este misterio tan misterioso. Pero, ojo, que la cosa no será fácil ya que van a tener que enfrentarse a hombres muy extraños, gamberros que no hacen más que fastidiar y, además, van a ayudar a un acróbata, Kerry "el volteretas" a descubrir algo muy misterioso (aquí todo está lleno de misterio) acerca de su pasado.
Esta novela, como el resto de los treinta y dos libros de la saga (¡ya tienes excusa para leer un montón!) fue escrita por Andrew E. Svenson bajo el seudónimo de Jerry West. Las ilustraciones que acompañan, que son magníficas, fueron obra de Helen S. Hamilton. Es la número veinticinco en las aventuras de los hermanos. Y te aseguro que el encantado de leerla he sido yo.
Por cierto, las aventuras de los Hollister transcurren en los años sesenta y setenta (esta aventura que te traigo hoy es de 1970) Lo digo porque ha sido una gozada leer una historia de jovencitos en la que no hay móviles o Internet de por medio. Ah, qué tiempos...
Felices lecturas.
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