¡Hola a todos!
¡Y llegó el día!
El 14 de junio, sábado, tuve el inmenso placer de estar en el stand de Algar editorial presentando y firmando ejemplares de mi novela "El misterio de la fórmula robada", perteneciente a la colección Calcetín Rojo, número 92 y cuyo enlace con la página de la editorial podéis visitar haciendo click justo aquí.
En pocas palabras...
¡FUE UN DÍA ESTUPENDO!
Por suerte, el tiempo acompañó con una buena dosis de calorcito y no hubo ni cielos grises ni lluvias de diez minutos que molestaran a nadie.
La primera sesión fue por la mañana, a partir de las once. Después de dar una vueltecita por la Feria por aquello de calmar nervios, me presenté en el stand de Algar a la hora prevista. Allí me esperaban las encargadas y representantes de la editorial, Marta y Julia, que lo tenían todo preparado. Poco a poco, los niños, acompañados de sus padres, madres, abuelos y abuelas comenzaron a pasarse y, rodeado por unas buenas vibraciones considerables, comencé a firmar. Os dejo unas cuantas fotos.
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Firmando que es gerundio... |
Una pequeña pausa para comer y estirar las piernas (cosa que todos necesitábamos) y, de nuevo, a la carga por la tarde a partir de las cinco. El buen tiempo, acompañado de momentos de airecito fresco, hizo que muchos se animaran a pasar por la Feria y dar una vueltecita, cosa que en el stand agradecimos de todo corazón. Eso sí, la botellita de agua fría también fue de gran ayuda.
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Charlando con una futura lectorcita. |
Estar en una feria te da la oportunidad no solo de firmar ejemplares (que, claro está, bien viene), sino de hablar con los visitantes. Tanto adultos como niños no se lo pensaron dos veces en acercarse a charlar. Así, entre otras cosas, un niño me preguntó en qué me había basado para la idea del libro o una mami quiso saber de dónde sacaba tiempo para dedicarme a escribir. ¡Y yo, por supuesto, encantado de responder y charlar con todo el que quisiera! ¿El resultado? Este:
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Con todos ustedes, un tipo FELIZ.
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¿Qué puedo decir?
GRACIAS a todos los os pasasteis por allí y me hicisteis el honor de fijaros en mi libro. Sin duda, fue un placer enorme para este que escribe y, desde luego, me disteis fuerzas para seguir en la brecha y continuar pensando en nuevas historias para que (¡espero!) un día pueda compartirlas con todos vosotros.
Y, por supuesto, mi más especial y sincero agradecimiento Marta y Julia, dos anfitrionas de lujo que me hicieron sentir como en casa y con las que tuve la enorme suerte de compartir stand, charlas sobre literatura y experiencias varias y propias del oficio. ¡MUCHAS GRACIAS!
Pues esto ha sido todo. Un día genial, inolvidable y, sobre todo... ¡inmortal!
¡Nos leemos!